Esclarecimiento / Clarification
Esclarecimiento es un políptico
compuesto por cuatro imágenes de ángeles; los tres primeros se cubren
respectivamente la boca, los ojos y las orejas, mientras que el cuarto grita
con las manos acopadas frente a la boca. La obra original, titulada No
veo, no oigo, me callo, se componía únicamente de los tres primeros
ángeles. Con ella, Daniel Hernández-Salazar, quiso simbolizar la forma cómo las
personas en su nativa Guatemala reaccionaban pasiva y taciturnamente ante los
horrores del conflicto armado interno de su país que acabó con la vida de más
de 200,000 personas, la mayor parte de ellas civiles e indígenas mayas
asesinados a manos del ejército guatemalteco. Al publicar la Iglesia Católica
el primer informe de la verdad sobre los hechos sangrientos de la conflicto,
Hernández-Salazar compuso el cuarto ángel, que grita y anuncia la verdad de lo
acontecido. Cada ángel ilustra la portada de uno de los cuatro volúmenes del
informe Guatemala, Nunca más.
A decir de Steven Hoelscher, investigador de la
Universidad de Texas, Esclarecimiento combina exitosamente
dos aspectos de la fotografía que algunos consideran mutuamente contradictorios
e irreconciliables: el valor simbólico y el valor testimonial. Por un lado, a
través de la imagen del ángel (un mensajero) y del icono de los tres monos
sabios, Hernández-Salazar simboliza, primero, el silencio y la indiferencia ante
las atrocidades de la guerra. Por medio del cuarto ángel, sin embargo, también
simboliza toma de postura, el esclarecimiento y la esperanza de que la verdad y
la justicia triunfen sobre la impunidad. Estéticamente, los ángeles evidencian
su propia construcción: la sobreposición de dos imágenes, la de un joven mestizo
y la de dos omoplatos invertidos y sobredimensionados. Pero para darle a estas
imágenes el valor de testimonial y vincularlos infaliblemente a la historia
guatemalteca, Hernández-Salazar insistió en usar huesos reales de una víctima
civil del conflicto, exhumados de una fosa clandestina y fotografiados por él
mismo en el laboratorio forense. Es así como los simbólico y lo testimonial se
combinan con el propósito explícito de dar fe de un pasado traumático.
Dos días después de la presentación pública del
informe Guatemala, Nunca más, Monseñor Juan Gerardi, coordinador de
ese proyecto, fue asesinado a golpes de piedra en la cabeza. A partir de ese momento, el políptico Esclarecimiento,
y muy particularmente su cuarto ángel (titulado Para que todos lo sepan
en honor a Gerardi), se convirtieron en iconos de la lucha por el
esclarecimiento histórico, la memoria, la paz y la justicia en Guatemala y
América Latina.
Photographer
Daniel Hernández-Salazar has devoted much of his work to document the complex
and painful recent history of his native Guatemala. Through his Eros
+ Thanatos series, he reflects on what happened in his country, which
problaly is the worst tragedy of its kind in the American continent during the
Twentieth Century, but ironically is the less known.
Hernández-Salazar’s
polyptych Clarification comes
out from Eros + Thanatos, and is built on the images of four angels. The
first three angels respectively cover their mouth, eyes and ears, while the
fourth screams out, the hands cupped in front of his mouth. Clarification
is an evolution of a previous work titled I don’t see, I don’t hear, I remain silent,
composed with the first three angels. Hernández-Salazar, wanted to symbolize with
that piece the way people in Guatemala passively and taciturnly react to the
horrors of the armed conflict, which took the life of more than 200,000 men and
women, most of them civilians and indigenous Maya people killed by the
Guatemalan army. When the Catholic Church was to publish the first truth report
about these bloody events, Hernández-Salazar created the fourth angel who shouts
and announces the truth. Later on, each angel illustrated the covers of the
four volumes of that report, Guatemala: Never Again.
According to Steven Hoelscher, scholar of the University of Texas, Clarification successfully combines two features of photography that some consider mutually contradictory and irreconcilable: the symbolic value and the truth value. On the one hand, through the image of the angel (a messenger) and the reinterpretation of the icon of the three monkeys (see no evil, hear no evil, speak no evil), Hernández-Salazar symbolizes the silence and indifference to the atrocities of the war. Yet with the fourth angel, he symbolizes the act of taking a stand and sheding light, as well as the hope that truth and justice will prevail over impunity. Aesthetically, the angels show their own construction: the overlap of two analogue negatives of the image of a young mestizo man and two inverted shoulder blades. But in order to give these images the truth value and to undeniably link them to the Guatemalan history, Hernández-Salazar insisted in using real bones of a civilian victim of the conflict, exhumed from a clandestine grave and photographed by himself in a forensic laboratory. Hence, the symbol and the evidence combine themselves with the explicit purpose of attesting a traumatic past.
History repeated two days after the Guatemala: Never Again report was publicly presented: Bishop Juan Gerardi, the project coordinator, was bludgeoned to death. In his nonor, and to remind us of the importance of conveying memory, the fourth angel of this polyptych is called So That All Shall Know, the name Gerardi proposed to give to the report.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario